El pasado mes de marzo tuve la oportunidad de asistir a unas jornadas organizadas por UCAGOLF en Marbella, a quien quiero darle las gracias por la invitación. A priori pudiera parecer unas jornadas más, una reunión de trabajo más. Pero al terminar, la sensación fue excepcional gracias a las calidad de los ponentes que tuve la ocasión de escuchar.
Quedé asombrado con Desane Blaney, directora ejecutiva de la Association of Golf Merchandisers. ¿Por qué? Es cierto que el golf es un deporte conservador, un deporte con muchos tópicos, algunos de ellos creados con cierto razón y que hoy día nos cuesta despojarnos de ellos. Me fascinó escuchar de esta señora, con cierta edad, como debemos adaptarnos a la forma de vida y a los hábitos actuales. Me quedé con un fragmento de su exposición que decía algo asi: “como queremos incrementar el número de niños que juegan al golf si cuando entran en un campo lo primero que le decimos es que no puedrán utilizar el móvil o tablet y que tienen que cambiar su forma de vestir, ya que existe unas normas de vestimenta».
Refiriéndome a este ultimo párrafo, recientemente he podido leer un informe realizado por la empresa Syngenta llamado “Growing Golf in UK”. En éste aparece “Relaxed dress code” como la 5º causa de 14 para fomentar/animar a los golfistas a jugar más. Aunque es un estudio sobre el mercado inglés, hay mucho análisis que se podría extrapolar a nuestro mercado.
Otra de los ponentes a quien pude disfrutar fue Daniel Carretero (@dcarrete danielcarretero@mac.com). No todos los días se tiene la suerte de compartir charla con el único español que trabajó en Augusta National como greenkeeper, os suena este campo? Daniel nos habló sobre la “Naturalización de los campos golf” un concepto que, siendo sincero, no había escuchado hasta entonces. En su exposición nos desveló cómo los campos pueden dar una buena imagen de naturalidad, sostenibilidad e integración con el medio con importantes reducciones de costes, fundamental recurso en los tiempos actuales dada la dificultad en el «animar» los ingresos. “Adicionalmente al ahorro en costes, con dicho proceso de naturalización los campos de golf se benefician de una notoriedad e identidad propia que podemos conseguir con la forma de los bunkers, enrutamiento topográfico o contorno de los greenes” matiza Carretero.
En los tiempos que corren y hemos corrido –soy de los que opino que lo peor ya ha pasado- que se propongan alternativas para el ahorro de costes “no habituales” y que nos adaptemos a una realidad y futuro en constante cambio son piezas vitales si queremos fomentar el GOLF a largo plazo, un deporte que en muchos aspectos sigue siendo conservador y reacio a los cambios, como mencionaba al principio de este post, no creéis?
