Ha pasado un casi un año desde mi incorporación al Departamento de Marketing del Museo Picasso Málaga. Una de mis tareas asignadas fue la de fomentar la cultura en el sector del golf, dos sectores que aunque parezcan antagónicos, tienen más similitudes de las que pensábamos y que se pueden complementar perfectamente.
En primer lugar, estos dos sectores se alzan como dos segmentos estratégicos en nuestra comunidad autonómica, acentuándose en los últimos tiempos en nuestra provincia malagueña. Según el INE, la denominada economía de la cultura, ha experimentado en la región andaluza tasas de crecimiento superiores a las del PIB, ascendiendo desde el 1% en el año 1993 a casi el 6% en 2010. En 2009, el turismo de golf atrajo a 360.000 visitantes en Andalucía y generó alrededor de 4.400 empleos.
En segundo lugar, existen grandes similitudes en el perfil del visitante de golf y por ejemplo, el visitante al Museo Picasso Málaga en cuanto a nacionalidad, edad media, ocupación, nivel de estudios, alojamiento, transporte o la utilización de Internet como medio para organizar el viaje.
Entonces, ¿por qué no sumar la cultura al turista de golf que viene a disfrutar de nuestra comunidad? Además, todos los que practicamos este precioso deporte sabemos que una ronda de golf puede durar en torno a cuatro horas y media. Si a las veinticuatro horas que tiene el día le restamos las horas de descanso y estas cuatro horas y media, nos quedan casi doce horas para realizar otras actividades.
Precisamente, echando más leña al fuego, según un estudio de Geisha Golf, el turista de golf busca una oferta complementaria que le permita disfrutar de las otras horas en las que no juegan al golf. Fácil ¿verdad?
Permitidme que os diga para terminar este post que golf +cultura es la combinación perfecta para ofrecer un valor diferenciador, adicional y atractiva a las personas que visitan nuestra tierra.
Great! thanks for the share!